Los doctores ayurvédicos no necesitan
llamarse a sí mismos psicólogos. La psicología es parte de su práctica usual
que Ayurveda considera la enfermedad física y mental. De acuerdo con Ayurveda,
las enfermedades físicas ocurren principalmente por factores externos como
dieta equivocada o exposición a patógenos. Las enfermedades mentales se
originan principalmente de factores internos, como uso equivocado de los
sentidos y la acumulación de emociones negativas. Eso sigue a nuestro karma,
los resultados de nuestras acciones pasadas que llegan de vidas previas. Sin
embargo, las enfermedades físicas y psicológicas son usualmente mezcladas y una
rara vez ocurre sin la otra.
En el mundo moderno tan desarrollado, nuestros
problemas son principalmente psicológicos. Tenemos alimento adecuado, ropa,
refugio, lo cual nos previene de adquirir la mayoría de las enfermedades
físicas, además, aunque la mayoría de nosotros no tiene mayores problemas
físicos, aun sufrimos de intranquilidad psicológica. Esta intranquilidad puede
manifestarse como sentimientos de soledad, no ser amado o apreciado, enojo,
estrés o ansiedad. Esto puede guiar a debilitar nuestra energía física y
prevenirnos de hacer lo que realmente queremos hacer.
Nuestra manera el vivir produce
infelicidad. Tenemos una cultura activa y turbulenta en la cual hay una pequeña
paz o contento. Hemos perturbado las raíces orgánicas de la vida, las cuales
nos generan un buen alimento, así como el agua, el aire y una vida familiar
feliz.
Vivimos en un mundo artificial dominado por un paisaje urbano y medios masivos, donde hay muy poco para nutrir el alma. La mayoría jamás desea nuevas cosas y está insatisfecho e infeliz con lo que tiene. Corremos de una estimulación a otra, rara ocasión observamos el proceso de nuestra vida que nos está realmente guiando a ningún lado. Nuestra vida son patrones de acumulación en los cuales nunca estamos en descanso. Nuestra medicina convencional es más un arreglo rápido para mantenernos en nuestro equivocado estilo de vida y en raras ocasiones direccionamos la raíz conductual de nuestros problemas. Tomamos una rápida píldora esperando que nuestros problemas se vayan lejos, no reconociendo que puede ser solo un síntoma de una vida fuera de balance, como una luz de alerta que tenemos que mejorar.
Vivimos en un mundo artificial dominado por un paisaje urbano y medios masivos, donde hay muy poco para nutrir el alma. La mayoría jamás desea nuevas cosas y está insatisfecho e infeliz con lo que tiene. Corremos de una estimulación a otra, rara ocasión observamos el proceso de nuestra vida que nos está realmente guiando a ningún lado. Nuestra vida son patrones de acumulación en los cuales nunca estamos en descanso. Nuestra medicina convencional es más un arreglo rápido para mantenernos en nuestro equivocado estilo de vida y en raras ocasiones direccionamos la raíz conductual de nuestros problemas. Tomamos una rápida píldora esperando que nuestros problemas se vayan lejos, no reconociendo que puede ser solo un síntoma de una vida fuera de balance, como una luz de alerta que tenemos que mejorar.
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